12 al 26 de septiembre
En Obras/ martes y jueves 10 a 12, viernes 17 a 20
Inauguración
Lunes 02 de Octubre
Amancay Meriles de la Cruz, “estudiante de primer año de Letras y artista desde que recuerdo”, desarrolla una propuesta participativa con eje en los dos campos en los que despliega su hacer, el literario y el visual. Sus piezas son imágenes que surgen de relatos y viceversa, conformando un conjunto en el que resulta difícil aislar una pieza. La exposición consta de varios dibujos a color de estilo expresionista, preferentemente retratos, y textos en los cuales intenta “reflejar el dolor humano por el que todas las personas han pasado, haciendo enfoque en esas cuestiones particulares de las que se busca escapar, dándoles espacio a ser”.
Su proyecto de indagación en aspectos que hacen a la subjetividad individual y colectiva otorga al intercambio con las personas un rol importante. Dos semanas antes de la inauguración, la artista realiza in situ algunas obras con la presencia del público que desee observar e interactuar con ella. Durante este tiempo de construcción lo que estará expuesto es el arte como trabajo, el cual suele estar invisibilizado y subvalorado. Todos podemos hacer una torre de barro, pero qué torre de barro tiene la fuerza intelectual de transmitir, denunciar, o implicarse en las abstractalidades de la mente o la sociedad? Esa es la mirada creadora, y allí está el trabajo.
Sobre su obra la autora expresa: “Se busca la sensación de unión, de comunidad, en un momento histórico donde abunda el individualismo y, si bien se hace hincapié en "estar bien" y "superar", muchas veces se deja de lado el sentir y conectar con las emociones. Aquellas heridas que nos rompieron y llevaron a la reconstrucción, transformándonos en lo que cada uno es en este momento. Podremos cambiar de aquí al futuro, pero en el presente es preciso respirar y no olvidarnos de vivir, de sentir. La introspección que se espera de las personas que interactúen con la nuestra, de forma personal, guiará al encuentro con esa parte de nosotros que necesitamos curar o que llevábamos tiempo silenciando”.
En Fano, Italia, en el año 1991, Francesco Tonucci, realizó un laboratorio llamado La ciudad de los niños. Hoy, ese laboratorio se ha extendido a varias ciudades y es un proyecto internacional de participación ciudadana que pretende que los niños y niñas sean protagonistas de la construcción de la ciudad y que la ciudad se vaya diseñando tomando al niño y la niña como medida. Actualmente existen en varias ciudades consejos de niños y niñas que sesionan una vez al mes, quienes son tenidos en cuenta a nivel municipal a la hora de repensar la ciudad.
Abrevando en este antecedente tan valioso, entre mayo y junio tuvo lugar en diferentes barrios y escuelas de Posadas el proyecto Habitar el Mundo, seleccionado en la convocatoria Gestionar Futuro del Ministerio de Cultura de la Nación.
Consistió de una serie de laboratorios realizados con niños y niñas entre 6 y 13 años, quienes jugaron a imaginar barrios y ciudades, construyeron maquetas y compartieron sus miradas sobre cuestiones fundamentales de la convivencia en los espacios. Un genuino ejercicio de ciudadanía.
Desde el Espacio de Arte acompañamos este proyecto. Aquí compartimos algunas producciones.