Karo vertical nos propone una danza de cuerpos, desplazándose dentro del flujo de impulsos electrónicos en una partitura lumínica que los impulsa y dispone en tramas cromáticas cambiantes.

Está basada en una obra de danza contemporánea que lleva el mismo título y ambas comparten el marco teórico, el libro de David Le Breton Antropología del cuerpo y modernidad. “Karo” significa “cuerpo” en el idioma de los Canacos, habitantes de las islas de Nueva Caledonia en el Pacífico Sur. Este grupo humano y su cosmogonía forman parte de la reflexión del autor sobre la noción de cuerpo en tanto invención de las sociedades industriales, cuya universalización sería el resultado de la imposición mediante el sistema colonialista y capitalista. Otras concepciones radicalmente diferentes serían, por ejemplo, la de las antiguas tribus “kanacks” para las cuales el cuerpo era un soporte del espíritu que no poseía características propias diferenciadas de la naturaleza, razón por la cual también era incapaz de sobrevivir separado de ella.

En Karo vertical las personas aparecen indisolublemente unidas a un entorno digital que se presenta como su “segunda naturaleza”. 

 

Dirección general y coreografía: Gabily Anadón

 Intérpretes: Laura Lázaro, Sofía Grenada, Julieta Castro, Federico Moreno y Alejandro Alonso

 Producción: María Frondizi -AMORLUPO

Composición Musical- Diseño sonoro: Fabián Kesler

Diseño y puesta de iluminación: Horacio Hefrón

Dispositivo Escénico de vídeo: SOMA –Alejo Araujo, Sol Boechi, Federico Baeza y Diego Pousadela

Vestuario: Pilar Beamonte

Escenografía: Tony Armentano

Fotografía: Clara Guareschi

Prensa: Simkin & Franco

 

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