Seminario
Jorge Luis Acha
Un secreto del cine argentino


Octubre, viernes 22, y 29 / Noviembre 5 y 12  - de 11.30 a 13 hs.


 

Usualmente los seminarios del Espacio de Arte se enmarcan en la muestra correspondiente de un-a artista. Esta vez, sin embargo, el seminario es la muestra en sí misma.

¿Cómo es eso? Comencemos por presentar al artista. Jorge Luis Acha, pintor y cineasta, nacido en Miramar en 1946 y fallecido en1996. Algunas de sus pinturas, óleos y acuarelas se encuentren en el Museo de Arte Contemporáneo de Rosario y el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. Representan en su mayoría paisajes, con el agua como elemento primordial, en especial el mar. Sus largometrajes, sin embargo, han circulado por lugares alternativos al circuito tradicional del cine. Por lo cual es bastante poco probable que nos crucemos con su nombre en carteleras, y menos en la historia del cine argentino o latinoamericano, o en programas de estudio de carreras audiovisuales. Por ello, el Vienna International Film Festival lo homenajeó en 2018 con este título “Jorge Acha: de la historia secreta del cine argentino”.

Sus tres largometrajes HABEAS CORPUS, STANDARD y MBURUCUYÁ, son parte del programa del seminario-muestra que denominamos “Jorge Luis Acha. Un secreto del cine argentino”, así, con la palabra cine en cursiva porque algo sucede con esa palabra. Y es que las búsquedas conceptuales de sus películas, el carácter experimental cercano a la estética camp por su manejo del humor, la ironía y una artificialidad que llevan la narración hacia zonas donde el dispositivo fílmico ficcional se vuelve visible, permiten capitalizarlas también para el arte contemporáneo. Donde su obra cinematográfica también es un secreto. Quizás incluso mayor que para el cine argentino gracias al documental sobre su figura THÁLASSA, un autorretrato de Jorge Acha, que cierra el programa de este seminario.

Uno de sus realizadores, Gustavo Bernstein, también cineasta y asistente de dirección en dos películas de J.L.A. lo recuerda de este modo:
“Cursó estudios de pintura en las escuelas Beato Angélico y Prilidiano Pueyrredón, en la cual ofició también como profesor. Pero primordialmente ejerció su magisterio en su taller/ágora/hogar; una suerte de orfanato encubierto donde encausaba las zozobras ontológicas de sus educandos bajo el subterfugio de la divulgación de técnicas pictóricas. Delata el simulacro tanto la inexistencia de pintor relevante alguno egresado de aquella guarida, como la de discípulos que no la evoquen –inexorablemente– como un edén existencial.

Como pintor fue por antonomasia un cultor de la acuarela, dotado de una destreza eximia para capturar atmósferas y plasmarlas en pinceladas que conjugan hondura y sencillez.

Si bien fundó su patria poética en torno a las posibilidades expresivas del mar, gustaba definirse como "pintor-viajero", cualidad que le permitió relevar con agudeza perceptiva una vasta topografía bajo los más dispares firmamentos.

Pese a ser un hidrófilo militante, no fue un oleófobo recalcitrante, e incluso fomentó un edificante diálogo entre ambas cofradías. Dan testimonio sus grandes piezas pictóricas, donde el acrílico y el crayón zanjan sus proverbiales repulsas mediante destellos de fluida plasticidad.

Como cineasta realizó varios cortos: La estrella de David (1963), Emboscada (1963) Juan y Pedro (1964), No se culpe a nadie (1964) e Impasse (1969), entre otros; y tres largos: Hábeas Corpus (1986), Standard (1989) y Mburucuyá (1992), los cuales interpelan las encrucijadas míticas de la historia latinoamericana, sus disrupciones culturales, el inasible dilema de la identidad y las grietas del corpus escolástico y eclesiástico de saberes impuesto por el imaginario Occidental.

Paradigma del realizador oculto e independiente, forjó su obra al margen de las instituciones, fuera del circuito de producción industrial o del sostén estatal. Tal constricción de recursos, paradójicamente, tributó en formas de realización y dispositivos de representación que germinaron en un lenguaje visual de excepcional originalidad.

Salvo por sus breves e inéditos Apuntes sobre el mar y sus aportaciones a la crítica cinematográfica en las revistas Biógrafo y El amigo americano, permaneció ágrafo hasta el último lustro de su vida, cuando acometió las piezas literarias reunidas post mortem en sus Escritos póstumos, volumen 1 (2012) y volumen 2 (2014).”

 


Jorge Luis Acha

 

El presente seminario es un proyecto de extensión de la cátedra Historia del cine y las artes audiovisuales I, en articulación con el Espacio de Arte.