El Día del/la Nutricionista se celebra en toda Latinoamérica todos los 11 de agosto desde 1974, en conmemoración del nacimiento del doctor Pedro Escudero, médico argentino, pionero de la nutrición en la región y quién se propuso instalar la idea del rol de ésta dentro de todos los procesos de salud y enfermedad, individuales y colectivos.
La nutrición ha estado presente en toda la historia de la humanidad, desde los primeros hombres que disputaban su alimento con otros animales, pasando por los especialistas interesados en la calidad y seguridad de los alimentos, por el estudio de balances, el período de descubrimientos o actualmente en esta etapa, que ha traído consigo innumerables cambios.
“En este contexto actual de pandemia, el rol del nutricionista es clave para mantener el correcto estado nutricional del individuo hospitalizado que se encuentre afectado por COVID-19 porque esto influye, junto a otros aspectos, en su recuperación, como también en la prevención de dicha enfermedad o minimización de los síntomas”, explica la Lic. Vanessa Zacarías.
La directora de la carrera de Licenciatura en Nutrición de la UGD y coordinadora del Departamento de Salud, Vanessa Zacarías, destaca la importancia de las actividades de promoción de la salud y educación alimentaria, tomando en cuenta que el sistema inmune requiere de una correcta nutrición para mantenerse resistente.
Llama la atención el fuerte impacto que el virus ha causado a nivel mundial ocasionando diferentes problemas relacionados a la alimentación:
- Falta productos alimenticios, o ingredientes que los componen, dado a que la producción fue interrumpida por el cierre de plantas elaboradoras durante la cuarentena.
- Disminución de los ingresos familiares y por lo tanto de recursos para la compra de alimentos, llevando a una baja calidad de la dieta con escaso o nulo valor nutricional.
La Lic. Zacarías advierte que los anteriores impactos pueden llevar a la carencia de micronutrientes como vitaminas y minerales, de ácidos grasos esenciales y proteínas de buena calidad indispensables al hablar de “buena nutrición”.
No obstante, no se trató del único ámbito afectado; tanto la formación académica como el ámbito profesional se vieron obligados a abordar la temática nutricional desde las áreas: clínico, económico, social y comunitario.
Algunas recomendaciones a tener en cuenta para una correcta alimentación en estos tiempos:
- Incorporar alimentos con nutrientes que tengan efecto antioxidante y aquellos que colaboren en el aumento de las defensas: vitamina B, C, D, E, Zinc, Hierro.
- Consumir amplia variedad de frutas y verduras, preferentemente frescas y de estación que serán más económicas.
- Tomar agua, mínimo 8 vasos al día.
- Comer de manera ordenada a lo largo del día, respetando tiempos y horarios (Desayuno, almuerzo, merienda y cena). Esto evitará el picoteo y la falta de control en las cantidades.
- Los cereales como las harinas refinadas y sus derivados (panificados y pastas), arroz, polenta y las hortalizas como la papa, batata y mandioca se deben consumir alternados y evitando excederse en las porciones (1 porción por vez y hasta 3 veces por semana).
- Consumir alimentos y productos de la zona que serán más rentables y a su vez permitirá recuperar la economía local.
- Almacenar de manera adecuada los alimentos al comprar y preparar la cantidad a consumir para evitar desperdicios.
- Acompañar esta alimentación con actividad física (mínimo 30 minutos al día) y buen descanso a diario (entre 6 a 8 horas).