Año: 2019.

Autores: Claudia Demitrenko, Julián Parra y Priscila Hendrie.

Participación.

Memoria de proyecto: Yasy.

Yasy es de la gran ciudad, perturbada, abierta, explosiva, alegre y segura de sí misma. Es bióloga, llegando a este grado de estudio debido a la búsqueda de la existencia de los seres vivos y su orden dentro del medioambiente. Al margen de este propósito, se desarrolló en la urbe, perteneciendo como mera espectadora de la naturaleza que ella misma estudiaba. Cuando viaja al interior ve un ambiente íntegro, donde todo es armonía. En este sistema natural, de biodiversidad, Yasy es atrapada por la tierra colorada, que desata nuevas sensaciones inexploradas, percibiendo de manera inagotable sus paisajes coloridos, los sonidos, el comportamiento de los animales, su atmósfera. Este cúmulo de sentimientos sin transición hizo abrir en ella, nuevos paradigmas en su forma de habitar y de su visión sobre la realidad. En estos momentos de retiro de su ser, vivirá en su refugio hecho de guadua chacoensis (especie de caña autóctona). Observando las aves, su libertad, como crecen y vinculan en los diferentes momentos del día.

El clima es cálido y húmedo, con abundantes lluvias todo el año. Son selvas mixtas, densas y enmarañadas, con estratos arbóreos y herbáceos bien marcados, que van desde el sotobosque a la copa de los grandes árboles emergentes. En estas selvas, Yasy encuentra su paz desde su refugio, donde habita y medita, un lugar de comunión natural con su tierra.

Su refugio se adapta a los estratos de la selva mediante un mecanismo que le permite subir y bajar por una columna vertebral. El núcleo habitable se divide en tres niveles cuya base es la más dinámica, abierta, expansible y óptima para el avistaje y la recreación. Por debajo, dos niveles más definen áreas de resguardo, descanso y oscuridad que se acentúan a medida que Yasy desciende por ellos. Espacios de encuentro interior.

Más información: https://www.instagram.com/p/B3-C7UqJHpK_16c3yQnXt0EYe82dHWymCM8LNQ0/